CITOESQUELETO
El citoesqueleto es propio de las células eucarióticas. Es
una estructura tridimensional dinámica que se extiende a través del citoplasma.
Por lo tanto la idea de que el citoplasma de la célula es una masa amorfa y
gelatinosa es equivocada.
Esta matriz fibrosa de proteínas se extiende por el
citoplasma entre el núcleo y la cara interna de la membrana plasmática,
ayudando a definir la forma de la célula e interviniendo en la locomoción y
división celular. Es decir que el citoesqueleto no sólo da estabilidad a la
célula como un esqueleto, sino que es también como el músculo interviene en el
movimiento celular. Por lo tanto podríamos llamarlo también “citomusculatura”.
Podemos agregar que el citoesqueleto condiciona el movimiento de las organelas
del interior de la célula y tiene gran importancia metabólica, dando un
andamiaje a los procesos moleculares que se realizan en el citoplasma.
El citoesqueleto es característico de las células
eucariontes ya que ESTA AUSENTE EN LOS PROCARIONTES. Por lo que podría ser un
factor esencial en la evolución de los eucariotas De esta forma podemos enunciar las siguientes funciones del
citoesqueleto:
Estabilidad celular y
forma celular
Locomoción celular
División celular
Movimiento de los
orgánulos internos
Regulación metabólica
Microfilamentos
Son las fibras más delgadas de 3-6 nm
(nanómetros=milmillonésimas de metro= 10-9), están formados por la proteína
actina. La actina es una proteína con funciones contráctiles, es también la
proteína celular más abundante. La asociación de estos microfilamentos de
actina con la proteína miosina es la responsable de la contracción muscular.
Los microfilamentos también pueden llevar a cabo los movimientos celulares,
incluyendo desplazamiento, contracción y citiocinesis.
Microtúbulos
Los microtúbulos son tubos cilíndricos de 20-25 nm de
diámetro. Están compuestos de subunidades de la proteína tubulina , estas
subunidades se llaman alfa y beta. Los microtúbulos actúan como un andamio para
determinar la forma celular, y proveen un conjunto de “pistas” para que se
muevan las organelas y vesículas. Los microtúbulos también forman las fibras
del huso para separar los cromosomas durante la mitosis y la meiosis. Cuando se
disponen en forma geométrica dentro de cilios y flagelos, son usados para la
locomoción (autopropulsión) o para mover líquido circundante o partículas
(motilidad).
Filamentos intermedios
Los filamentos intermedios tienen 10 nm de diámetro y proveen fuerza de tensión (resistencia mecánica) a la célula. Según el tipo celular varían sus proteínas constitutivas. Podemos decir que existen seis tipos de filamentos intermedios:
1) Neurofilamentos (en la mayoría de las neuronas).
2) Filamentos de desmina, en el músculo.
3 Filamentos gliales, en las células del mismo nombre , que sirven de soporte en el cerebro, médula espinal y sistema nervioso periférico.
4) Filamentos de vimentina en células del tejido conjuntivo y en los vasos sanguíneos.
5) Queratinas epiteliales, (o filamentos de queratina o también llamados tonofilamentos), en células epiteliales.
6) Laminofilamentos, forman la lámina nuclear, una delgada malla de filamentos intermedios sobre la superficie interna de la envoltura nuclear. Son los únicos que no se encuentran en el citoplasma.
A diferencia de los microfilamentos y microtúbulos, los filamentos intermedios al agruparse pierden polaridad, por lo tanto no presentan extremo + y extremo.
MATRIZ EXTRACELULAR
Bajo el nombre de matriz extracelular (MEC) se agrupan los
elementos intercelulares presentes en los organismos pluricelulares. La composición
de la MEC es única para cada tipo de tejido.
La MEC es un medio dinámico que juega un rol central en la
regulación de las funciones celulares durante la remodelación y el crecimiento
celular normal y patológico, como en el desarrollo embrionario y toda una serie
de procesos que acontecen en el organismo adulto por ejemplo, la coagulación
sanguínea, la curación de heridas, la inflamación, la reparación de tejidos
dañados, y la erradicación de infecciones. Paradójicamente, la adhesividad a la
MEC puede facilitar también, la aparición de artritis reumatoide, ataques
cardíacos, los accidentes cerebro vasculares (ACV), la invasión tumoral y la
metástasis.
Las células del cuerpo se mantienen pegadas unas a otras y a
un material cohesivo extracelular (la MEC), que las circunda. Esta cohesión es
esencial para la supervivencia, ya que mantiene unidos a los tejidos. Las
células normales no logran sobrevivir si no están adheridas a algún tipo de
sustrato o entre ellas.
Los componentes de la MEC pueden clasificarse en fluidos y
fibrosos. Los componentes fluidos son los glicosaminglicanos (polisacárido) y
proteoglicanos (glicoproteína). Por otro lado, los componentes fibrosos se
dividen en proteínas estructurales (colágenos) y proteínas adhesivas
(fibronectina, laminina).
Componentes Fluidos
La MEC posee glicosaminoglicanos, un heteropolisacárido que
se hallan asociados entre sí o a glicoproteínas llamadas proteoglicanos.
Los glicosaminoglicanos y los proteoglicanos se asocian
entre sí formando agregados moleculares de gran tamaño. Estos agregados tienen
un papel estructural debido a que presentan excelente resistencia mecánica a
los golpes debido a sus propiedades viscoso elásticas.
Todos los glicosaminoglicanos, son moléculas ácidas con
numerosas cargas negativas. Además, todos los glicosaminoglicanos, excepto el
ácido hialurónico, poseen grupos sulfatos (también un grupo ácido). Por lo
tanto podemos decir que el carácter ácido de los proteoglicanos y los
glicosaminoglicanos, los conduce a fijar cationes (Na+, K+), en consecuencia
constituyen una reserva de estos. Por otra parte los cationes están rodeados de
agua, esto aumenta el volumen (turgencia) de la MEC. Debido a que los
proteoglicanos retienen agua, son directamente responsables del grado de
hidratación de la matriz extracelular (ver otros polisacáridos en Composición
química de los seres vivos).
CITOSOL O MATRIZ
CITOPLASMÁTICA
El citosol, hialoplasma o matriz citoplasmática, consiste
fundamentalmente en un sistema coloidal con grandes biomoléculas como lo son
las proteínas, los polisacáridos y los ácidos nucleicos.
Sin embargo no debemos olvidar que también es una solución
acuosa que tiene disueltos iones orgánicos e inorgánicos y pequeñas moléculas
como monosacáridos, aminoácidos, pequeños ácidos orgánicos, etc.
En esta matriz tienen lugar muchísimos procesos metabólicos,
por tal motivo entre las biomoléculas encontramos muchas enzimas, como las que
participan en el proceso de glucólisis o el de síntesis de las proteínas. Para
éste último, son imprescindibles los ribosomas, organoides también presentes en
el citosol de todas las células y en el estroma o matriz de cloroplastos y
mitocondrias.
En resumen podemos asegurar que el citosol no debe ser
considerada una matriz amorfa y que además contiene elementos muy variados, la
mayor parte de ellos importantes para el mantenimiento de la vida.
Ribosomas
Como ya lo indicáramos estos organoides están presentes en
todos los tipos celulares y su estructura será descripta oportunamente.
Debemos señalar que, con excepción de algunas proteínas
mitocondriales que se sintetizan en los ribosomas de la matriz mitocondrial,
todas las proteínas se sintetizan en el citoplasma, y en el proceso intervienen
siempre los ribosomas. Sin embargo, a pesar de la ubicación del proceso, no
todas las proteínas permanecen en el citoplasma.
El tránsito de proteínas desde el citosol hasta los
diferentes destinos, requiere como ya hemos mencionado de un sistema de
señalización preciso, que asegure la llegada de las proteínas al lugar adecuado.
Estas señales se encuentran en la mismas proteínas. Como ejemplo podemos
mencionar al péptido señal y las señales de anclaje (ver Sistema de
endomembranas). Obviamente las proteínas destinadas al citosol no necesitan
señales.
Chaperonas
Las chaperonas asisten a las proteínas para su oportuno y
adecuado plegamiento. Son proteínas que aumentan durante los “estres térmico” y
en condiciones de estrés metabólico, siendo estas situaciones que producen la
desnaturalización de un gran número de proteínas. Las chaperonas ayudan a la
renaturalización de las proteínas afectadas. Como ejemplo mencionaremos a las
chaperonas HSP60 y HSP70 (por las iniciles de Heath Shock Protein). Ambas
chaperonas consumen energía para realizar su tarea.
Referencias.
Silvia Márquez – Lionel Valenzuela Pérez – Sergio D. Ifrán – Maria Elena Pinto. Citoesqueleto. Articulo publicado en: http://genomasur.com/lecturas/Guia06.htm
Referencias.
Silvia Márquez – Lionel Valenzuela Pérez – Sergio D. Ifrán – Maria Elena Pinto. Citoesqueleto. Articulo publicado en: http://genomasur.com/lecturas/Guia06.htm